Visita septembrina a Chicago, donde tengo ya una "rutina" muy placentera, que incluye rezar un rato en una bella iglesia protestante en Michigan Avenue, visitar varias veces el maravilloso Art Institute donde me encuentro con un Buda impresionante que me recibe serenamente; otro dia puedo pasar unas tres horas en el Museum of Contemporary Art que es pequeno pero contundente, y caminar por la elegante y discreta Oak Street, despues de repasar la esplendida Michigan Avenue con sus enormes adornos de flores, repollos, hierbas africanas, tan sorpendentes como hermosos, a todo lo largo de la Milla Magnifica hasta el Sur. entre otras paradas obligadas.
Para mi consternacion, cerraron mi lugar de relajacion preferido: la gigantesca libreria Border's, donde me pasaba toda una tarde leyendo y hojeando libros y revistas a placer, sin reganos de nadie, y tomaba un buen chocolate caliente en el piso 2, para reponer las fuerzas antes de acometer el regreso a casa en el Bus 151.
Me gusta este trayecto pues es un paseo muy bonito que incluye pasar por el borde del lago Michigan, y luego circular por Lincoln Park haciendo varias paradas para el Zoologico, y pasando por varias marinas repletas de embarcaciones de todo tipo, donde abundan los patos. A toda hora, inclusive en invierno, se ven personas trotando, solos o con sus perros, a la orilla de la playa. Muchas mamas llevan enganchado el coche del bebe a la bicicleta, y tambien al perro, es muy divertido, pues todos disfrutan.
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